Familia, vosotras también jugáis


El acompañamiento familiar como parte clave en el desarrollo deportivo y personal de los hijos/as

El deporte despierta un sinfín de emociones que se viven con gran intensidad. Y si quien lo practica es nuestro hijo o hija, esas emociones se multiplican. No es raro ver cómo las gradas se llenan de entusiasmo, nervios y, a veces, tensiones. Pero ¿qué papel deberían jugar las familias en este proceso?

En algunas instalaciones deportivas se ha llegado a vetar la entrada a las familias debido a altercados o comportamientos poco adecuados. Sin embargo, creo firmemente que ese no es el camino. No todas las familias cuentan con herramientas o conocimientos sobre cómo acompañar a sus hijos/as en el deporte, especialmente si no han recibido formación al respecto. Por eso, considero esencial que los clubes deportivos ofrezcan espacios educativos donde se aborde este tema. Haber practicado deporte en el pasado no garantiza saber cómo ejercer este nuevo rol desde una perspectiva saludable y formativa.

Las familias son una pieza clave en el proceso formativo de los jóvenes deportistas. No solo acompañan desde lo logístico, sino también desde lo emocional y motivacional. Su influencia puede potenciar el desarrollo personal y deportivo… o generar una presión innecesaria.

Para ejercer ese rol de forma positiva, hay dos aspectos fundamentales a tener en cuenta: la gestión de las emociones y controlar las motivaciones.

1. Gestión emocional dentro y fuera del campo

El deporte enseña a ganar, a perder, a esforzarse, a levantarse tras una caída. Como familia, es esencial aprender a acompañar esas emociones sin añadir tensión. Mostrar calma, respeto, comprensión y apoyo constante permite que los hijos vivan el deporte de forma saludable.

2. Motivación: ¿quién quiere que juegue?

El deporte debe ser una elección del niño o la niña, no un deseo proyectado por los adultos. Es lógico que como familia queramos lo mejor para ellos, pero la motivación de los padres nunca debe estar por encima de la del hijo o hija. El verdadero apoyo se basa en acompañar sus intereses, no en imponer los nuestros.

Las familias tienen un papel muy importante en el deporte base. Si en algún momento sentís que no sabéis cómo acompañar adecuadamente, que surgen dudas o que hay tensiones en el proceso, no pasa nada: buscad información, formad parte de iniciativas que ayuden a entender mejor este rol y, sobre todo, abrid espacio al diálogo con vuestros hijos.

El deporte puede ser una herramienta maravillosa para su desarrollo, pero necesita de un entorno emocionalmente seguro. Y ahí, las familias sois parte fundamental del equipo.

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