Sobre Mí

ANTONIO
MEDINA

Exfubolista y Psicólogo deportivo

Mi relación con el deporte comenzó desde muy joven, cuando tuve la oportunidad de formar parte de la cantera de un club de fútbol de Primera División. Aquella experiencia marcó el inicio de una pasión profunda por el fútbol y por todo lo que el deporte representa.

Durante mi carrera como futbolista profesional, viví en primera persona los retos, las exigencias y también las alegrías del alto rendimiento. Fue en ese camino donde descubrí mi interés por la psicología, y decidí compaginar mis estudios con mi carrera deportiva. Esta combinación me permitió comprender de forma más profunda lo que vive un deportista, tanto dentro como fuera del terreno de juego.

Hoy, como psicólogo deportivo, uno mi experiencia en el fútbol con mi formación en psicología para acompañar a deportistas, entrenadores y familias en su desarrollo personal y profesional.

Mi Formación

Grado en Psicología (UNED)

Máster en Psicología Deportiva (UNED)

Nivel UEFA C entrenador (CEDIFA)

Mi Enfoque

Mi objetivo es ofrecer un espacio seguro, donde cada persona se sienta libre de expresarse, sin juicios ni presiones. La confidencialidad es fundamental en mi forma de trabajar: lo que se comparte en sesión, se queda en sesión.

Trabajo desde la cercanía, la humildad y la confianza, porque creo que las relaciones genuinas y humanas son la base de cualquier proceso de cambio. Acompaño desde el respeto, adaptándome a cada persona, cada historia y cada momento.

A quién acompaño

Mi trabajo está dirigido a:
•Deportistas, tanto en etapas formativas como profesionales
•Familias que desean aprender a acompañar de forma positiva el camino deportivo de sus hijos/as
•Entrenadores/as que buscan mejorar su liderazgo y gestión de grupo
•Clubes que apuestan por el desarrollo integral de sus deportistas

Mi propósito

Acompañar procesos de crecimiento, generar espacios de reflexión y potenciar el desarrollo personal a través del deporte. Porque el rendimiento no se trabaja solo desde lo físico o lo técnico, sino también desde lo mental y emocional.
Y porque creo, firmemente, que el deporte es mucho más que competir: es una herramienta poderosa para aprender, para construir valores y para crecer como personas.